Cuando Digamos Señor ten Piedad...
Sí, es cierto...tenemos que rogar a Dios que ayude a los niños que viven en las calles. Sin embargo hay que darnos cuenta que el deber de ayudar a estos hermanos no es de Dios, es de nosotros. Ya vasta de tantas oraciones en vano, hay que LEVANTARNOS Y HACER OBRAS!, hay que olvidar las palabras y DEMOSTRAR LA MISERICORDIA DE DIOS CON ACCIONES. Muchos de estos muchachos no tienen ninguna esperanza y el único refugio que encuentran es en las drogas. Una vez las drogas han entrado a formar parte de la vida de un muchacho es muy difícil desarraigar esa plaga que poco a poco pudre la dignidad humana. Las maras y las pandillas se convierten en la familia de estos muchachos y el crimen en la labor que les provee el pan de cada día. Cómo podemos ver a niños durmiendo en cajas de cartón y solamente levantar la mirada e ignorar esta miseria de la cual nosotros como sociedad descorazonada somos culpables?
Esta realidad la viven día a día los niños en todas las calles de Latinoamerica. Nuestra sociedad ha llegado a aceptar esta lastimosa realidad y muchos de nosotros nos quedamos cruzados de brazos, sentados orando a Dios por las almas de estos pobres niños. Dios no quiere que rezemos para que se acabe la pobreza, quiere que cada uno de nosotros siga el ejemplo de su Hijo Jesucristo y nos entreguemos a la tarea de ayudar a los demás y a predicar el reino de los cielos que se vive aqui en la tierra y no en el cielo. Los resultados de nuestras oraciones solamente se haran realidad atravez de nuestros hechos. Oremos a Dios que llene nuestros corazones de amor y generosidad para entregarnos a la labor de ayudar a todos estos niños los cuales pueden llegar a ser futuros padres de familia, médicos, profesores, abogados, ingenieros, líderes políticos y sobre todo VIVOS TESTIMONIOS DE LA MISERICORDIA DE DIOS.
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